Muchos padres y madres cuando sus hijos/as presentan Trastorno de Habla consultan al logopeda hasta cuándo hubiera sido correcto su uso y qué consecuencias tiene el uso prolongado de éste.

Podemos demostrar que si persiste más de tres años (tanto el abuso de chupetes, biberón o succiones de dedos) son tres veces más propensos a desarrollar dificultades de pronunciación o simplificar sonidos de palabras.

Sin embargo, no es negativo el uso del chupete hasta el primer año de vida ya que ejercita y aumenta el tono muscular del complejo buccinador ( labios, velo del paladar, lengua,…) imprescindible para la correcta pronunciación de los sonidos del habla. A partir de esta edad, coincidiendo con sus primeras palabras, es necesario desechar el chupete, biberones e impedir que se chupe el dedo puesto que va a influir negativamente tanto en la articulación, dentición, provoca velo de paladar ojival, hipotonía lingual y colocación incorrecta de ésta dentro de la boca (abajo cuando su posición adecuada es apoyada en los incisivos superiores sin empujarlos hacia fuera), acostumbrase a respirar por la boca, etc.Nino con chupete

Desde el punto de vista articulatorio el uso descontrolado del chupete provoca sustituciones de unos sonidos por otros. Los mas comprometidos son: /r/fuerte, /l/, /z/, /t/ y /d/ por mantener la lengua abajo, /p/ , /b/, /s/y /x/ por mantener la boca abierta y /f/ por escasa presión de los dientes superiores con el labio inferior.

Los chupetes favorecen a que se acostumbren a respirar por la boca desencadenando el «pez que se muerde la cola»: problemas de alimentación por hipotonía muscular, problemas digestivos puesto que no perciben olfativamente los alimentos, y babeo persistente. Desde el punto de vista psicológico permanecen mas tiempo del habitual en una etapa infantil de la que le corresponde por su edad; infantilizando su habla por simplificación de sílabas en las palabras o por sustitución de unos fonemas por otros.

También compromete la dentición derivando dificultades para triturar alimentos, problemas articulatorios, abuso de respiraciones bucales y favorece la incidencia de bacterias.

Con todo lo expuesto, es lógico que en la primera entrevista con los padres preguntemos hasta qué edad utilizó el biberón y chupete para realizar un tratamiento logopédico con éxito. ¿Cuál es el tratamiento a seguir? Consiste en realizar la Terapia Miofuncional (TMF) encargada de abordar las alteraciones funcionales del órgano bucal como corregir sus dificultades de habla, provocar reflejo de alimentación correcto y adecuada posición lingual y reeducación respiratoria. En aquellos casos donde exista mala implantación dentaria es absolutamente necesaria la estrecha coordinación con el/la odontopediatra cuyo abordaje se puede realizar antes, durante y/o después del tratamiento logopédico.

Para finalizar os recomendamos renunciar al uso del chupete, tetinas de biberón y succión de dedo mediando con vuestro hijo/a a tirarlo en su primer cumpleaños o a partir del desarrollo del lenguaje, porque ya no es un bebé y debemos entenderle porque está comenzando a hablar.

Soledad Bejarano, especialista en logopedia y foniatría de Zana