TDAH
- Inatención.
- Hiperactividad.
- Impulsividad.
Que se dan en el medio escolar y familiar y que pueden causar un impacto significativo en las actividades académicas, familiares y sociales de los niños afectados. De hecho, muchos estudios confirman que estos niños no suelen alcanzar su pleno rendimiento académico, repiten curso más a menudo y tienen más problemas emocionales y sociales.
La característica principal del TDA es la Deficiencia en las funciones ejecutivas (F:E).
Las F,E.son los procesos mentales complejos necesarios para planificar, organizar, secuenciar, revisar, y evaluar cualquier conducta cognitiva, social y emocional y realizarla de forma eficaz. Las F.E. se desarrollan desde el 1er año de vida hasta la adolescencia. El área cerebral en la que se localizan es el Lóbulo Frontal.
El Déficit en estas Funciones Ejecutivas es la causa de que los niños y adolescentes con TDAH a menudo tengan:
- Bajo rendimiento escolar (e incluso fracaso escolar), Dificultades de Aprendizaje, de organización y planificación de tareas… pese a poseer adecuada capacidad intelectual.
- Dificultades en sus Habilidades Sociales (negociar, ceder,, resolver conflictos con sus iguales…) y para integrarse en juegos de grupo y de tipo cooperativo, pese a ser niños sociables y extrovertidos.
- Problemas emocionales: ansiedad, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, bloqueo emocional… ya que les cuesta expresar y controlar sus emociones y además, tienden a recibir mensajes negativos en el entorno escolar y familiar debido a su impulsividad, falta de atención….
No son niños vagos, “maleducados”, sin límites o normas, inmaduros…. etiquetas frecuentes con las que se les califica. Su falta de interés, apatía o desmotivación suele ser consecuencia de frustraciones acumuladas, recriminaciones negativas de maestros y padres y sus sentimientos de baja competencia académica y /o social.
El TDAH no tiene un pronóstico negativo pero es indispensable que se realice una Evaluación Nueuropsicológica para que padres y profesores comprendan las características de este cuadro e intervenir adecuadamente en el contexto escolar y familiar con las pautas educativas apropiadas. Los padres deben recurrir a un Pedagogo o Neuropsicólogo para obtener el perfil neurocognitivo de su hijo-a y posteriormente acudir a neuropediatra para confirmar el disgnóstico.