Las voces y gritos nos acompañan en muchas de las actividades que, de forman inconsciente, realizamos pueden causar daños orgánicos en nuestras cuerdas vocales como consecuencia de un mal funcionamiento del aparato fonador.

Nuestros chavales TDAH entran en el cole cada mañana con sus mochilas cargadas de libros y cuadernos y a medida que las van descargando de peso, sus cuerdas vocales van sufriendo por la «carga» funcional de miles de gritos. Sobre-esfuerzo cordal en los pasillos del cole esperando a que venga el profesor/a y así avisar al resto de la clase. Corren acompañados de voces en los intercambios buscando a sus mejores amigos; practican deportes como el fútbol donde no paran de gritar para que les pasen el balón; se enfadan y relatan las «injusticias» que les suceden apurando el aire residual. No son capaces en esta «vorágine» de realizar correctas respiraciones diafragmáticas y es por ello, pésima su coordinación fonorespiratoria.

En esta descoordinada sinfonía respiración/habla les pedimos que se relajen, que hablen despacio para entenderles, que no den voces porque deseamos saber cúal es la causa de su enfado,… Consejos que caen en saco vacío porque les alteramos más ya que como «al resto de los mortales» en una situación de mal-estar, lo que te interesa es contar tus problemas y no que te frenen para respirar o vocalizar.

Nuestros pacientes TDAH presentan de forma comórbida otras alteraciones por sus dificultades de mantener la atención o permanecer concentrados y sentados durante un tiempo razonable. Pero nos olvidamos de la voz como aliada en muchas de las actividades cotidianas y compañera estable a lo largo de nuestras vidas.

Sabemos que el mejor tratamiento es el integral donde se englobe todas las dificultades y atendiendo siempre al niño/a como prioridad y no al problema. Debemos entrenarles a respirar de forma relajada, nasal y diafragmática acompañados de emisiones con una correcta impostación vocal (colocación de la voz en los resonadores) . Es aconsejable entrenarles a relajarse cuando presentan tensiones musculares en la zona perilaríngea: cuello/hombros, vocalizar adecuadamente para no dar voces, respirar correctamente para no alterar la coordinación fonorespiratoria y hablar de forma atropellada y sin fuelle para que las cuerdas vocales vibren en la línea media.

Por todos es sabido que los estados emocionales influyen enormemente en la voz y hacen vulnerables a presentar disfonías si se mantiene de forma continuada un sobre-esfuerzo fonador. Recuerda » respirar correctamente hace que nos sintamos mas relajados, concentrados y con un mejor estado anímico»