En la actualidad, dentro de las aulas de los diversos centros educativos, nos encontramos con alumnos a los que parece que les cuesta APRENDER más que a otros. En ocasiones, no son comprendidos ni ayudados porque no se sabe qué les pasa exactamente «confundiendo» sus síntomas con una posible falta de capacidad, falta de interés y motivación, pereza, etc.
Se entiende por el término Dificultades de Aprendizaje (DA) al conjunto de alteraciones que se manifiestan en dificultades importantes en la adquisición y utilización del lenguaje, la lectura, la escritura, el razonamiento o habilidades matemáticas. Se considera que su causa es una inmadurez de los procesos cognitivos del Sistema Nervioso Central.
Hay varias características básicas para el diagnóstico diferencial:
- Capacidad intelectual normal o superior comparados con los niños de su edad.
- Trastornos en ciertos procesos cognitivos y madurativos del niño: percepción, atención y memoria.
- Rendimiento escolar insuficiente en una o varias materias básicas: lectura, escritura, cálculo y matemáticas…
En definitiva, engloba dificultades específicas en niños con capacidad intelectual normal que ocasionan un bajo rendimiento escolar y en los que subyace una inmadurez cerebral con la presencia de trastornos específicos en diversas áreas; lenguaje, psicomotricidad, atención, memoria, razonamiento.. que no son la causa directa, sino manifestaciones de esa inmadurez.
Las Dificultades de Aprendizaje son más frecuentes en niños que en niñas y afectan del 5 al 10% de la población escolar.
Los factores de riesgo son diversos: problemas durante el embarazo y el parto; en los primeros meses de vida; factores genéticos; factores de tipo bioquímico; dificultades de tipo articulatorio o retrasos en la adquisición del lenguaje; retraso y torpeza motriz; problemas de lateralidad, etc.
Casi siempre se realiza el diagnóstico de las Dificultades de Aprendizaje cuando nos encontramos ante un fracaso escolar consumado y la presencia de dificultades emocionales (baja autoestima, fobia escolar), generalmente a partir de la edad de 7 u 8 años. Pero estos déficits se manifiestan claramente a la edad de cuatro y cinco años, y pueden ser ya diagnosticados en la edad preescolar. Lo que sucede es que los déficits neurofuncionales se hacen evidentes cuando al niño se le exige el aprendizaje de materias instrumentales básicas (lectura, escritura, cálculo…).
De nuevo volvemos a la necesidad primordial de diagnosticar las Dificultades de Aprendizaje cuanto antes dentro de programas de estimulación y terapias preventivas. La tarea de los equipos escolares de las escuelas y colegios en etapa infantil es fundamental, estableciendo medidas básicas y apoyos dentro y fuera del aula, para lograr la escolarización normal y la adaptación escolar y personal óptima de los escolares en situación de riesgo.
La reeducación de las Dificultades de Aprendizaje fuera del ámbito escolar suele ser necesaria ya que normalmente, el sistema educativo actual no cubre las necesidades educativas de estos alumnos, o el alumno, debe RE-APRENDER de forma diferente el aprendizaje que no ha logrado de acuerdo a su forma de aprender y su Estilo Cognitivo.