Los niños de hoy en día crecen rodeados de pantallas; una realidad que genera lógicas y justas dudas. ¿Es bueno que tengan un iPad siempre a mano o en la mano? Si se aburren, ¿debemos darles un móvil para que jueguen? ¿Realmente la televisión les ayuda a tranquilizarse o a conciliar el sueño? ¿Es cuestionable que nuestros hijos nos vean todo el día con el móvil? Dudas como éstas atenazan a los padres, sin que estos sepan muy bien cómo responderlas.
La iniciativa Zero to Three, del Centro Nacional de niños y Familias de Estados Unidos, ha publicado una serie de recomendaciones para intentar guiar a los progenitores en la complicada mezcla de niños y tecnología. Para esta organización, existen cinco mitos que conviene derribar sobre los niños de 0 a 3 años y su relación con la tecnología.
TODAS LAS PANTALLAS SON PERJUDICIALES
A pesar de que el mejor aprendizaje para esa edad se produce a través de la exploración física y la relación con los padres y el entorno, las tabletas y los móviles pueden ser beneficiosos si se dan estas tres condiciones: 1, el contenido que se ve en ellas es adecuado para su edad; 2, el tiempo que están con ellas es limitado; y 3, los padres están implicados en el juego y hacen de enlace entre la realidad y lo que ocurre en la pantalla.