Como ya adelantemos en el artículo anterior, vamos a dar pautas para trabajar en casa cuando nuestros niños/as presentan retraso de habla siempre respetando su ritmo de desarrollo.Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que los niños/as aprenden el lenguaje escuchando el habla de las personas de su entorno y lo hacen principalmente por imitación. Por este motivo, se les debe hablar mucho, con un lenguaje sencillo y claro de entender.

Como muchos otros aspectos de la vida, el desarrollo del habla es el resultado de una combinación de factores innatos y adquiridos. La constitución genética determina en parte, la inteligencia y el desarrollo del lenguaje pero también el entorno familiar. Que tu hijo/a pronuncie y articule bien los sonidos depende en gran medida de que vosotros ofrezcáis un modelo correcto de pronunciación además de que también intervienen de forma decisiva el oído, la respiración, el soplo y la capacidad de movimiento de los órganos bucofonatorios ( lengua, labios, paladar,…).

He aquí unos consejos generales que podéis utilizar en casa para niños con retraso de habla:

  • Dedique mucho tiempo a comunicarse con su hijo, incluso durante la etapa de la lactancia: háblele, hágale signos y fomente en él la imitación de sonidos y gestos.
  • Léale a su hijo todos los días empezando cuando tan solo tenga seis meses. Los cuentos con imágenes (animales, oficios,…) son ideales para estimular el desarrollo léxico. Hazle participativo cuando señale alguna viñeta y recréala aumentando el número de palabras en tu intervención.
  • Aproveche las situaciones cotidianas para reforzar el habla y el lenguaje de su hijo/a.
  • El momento del baño o cuando se viste, son situaciones idóneas para nombrar objetos, prendas de vestir, partes del cuerpo,…que las irá adquiriendo de forma natural y progresiva.
  • Háblale despacio y de forma clara.
  • Háblale correctamente y no imites su forma de hablar.
  • No le atosigues porque te parezca que va lento, cada cual tiene su ritmo de habla.
  • Dale tiempo para que responda a tus preguntas
  • Señala o marca turnos de intervención del niño. Intenta que tu hijo respete los turnos de comunicación.
  • Repítele todo las veces que lo necesite, pero siempre de forma natural.
  • No intentes corregir los errores fonológicos del niño (eso es labor del logopeda) Limítate a que el niño te oiga correctamente y comprenda lo que quieres decir.
  • Adapta la longitud de tus enunciados a la capacidad del niño.
  • No reírse nunca de los errores fonológicos cometidos por el niño.
  • Incluye en tus enunciados un mayor número de peticiones de información que de acción, para estimular que el niño hable.
  • Siempre que el niño inicie una conversación intenta que ésta se mantenga el mayor tiempo posible.
  • Si le cuesta utilizar correctamente alguna de las partes de la oración o las construye mal, ofrécele el modelo correcto, pero tomando aquello que ha dicho y repitiéndoselo correctamente. (Ejemplo: «¿e su oche de su papa?». Si, es el coche de tu papa, es de color rojo, como a mí me gustan ¿a ti como te gustan los coches?»)
  • Valora sus pequeños avances, refuérzalo.
  • Elige una actividad que al niño le resulte motivante y atractiva para que ésta provoque el lenguaje del niño.
  • Utiliza preguntas abiertas. Anímale a contestarte con algo más que sí o no. Amplía sus mensajes.
  • Háblale de personas, hechos y lugares que estén presentes en el contexto en el que habitualmente se encuentra el niño. Situaciones de aquí y ahora.
  • Enséñale a Contar cosas de forma ordenada: que ha hecho antes y después, que hará enseguida, luego..
  • Infórmale del lugar dónde se guardan las cosas. Trabajarás lenguaje y hábitos de orden.
  • Pregúntale a menudo a qué juega y escucha sus explicaciones.
  • Enséñale canciones, adivinanzas, refranes,..
  • Ver con él un programa infantil de TV y preguntarle por él, sobre los personajes, cómo se llaman, que hacían…
  • Buscar diferencias entre láminas de dibujos similares.
  • Jugar al «Veo veo» (nombrándole características del objeto).
  • Juega con el niño a imitar sonidos del entorno, de animales o personas, enséñale de donde proceden y anímale a imitarlos.
  • Fomenta el juego imaginativo de tu hijo, que juegue a peinar muñecas, a conducir, a jugar en la granja,..
  • Juega con tu hijo a hacer movimientos con los labios, como hacer morritos, dar besitos, hacer pedorretas…; con la lengua, lamerse los labios, sacar la lengua fuera de la boca, subirla hasta la nariz…(es importante fortalecer los músculos que intervienen en el habla).

Soledad Bejarano, Logopeda Centro Zana